Con el fin de obtener más información, el presidente estadounidense, Donald Trump, dio a conocer sus planes para permitir la apertura de los archivos secretos sobre el asesinato de John F. Kennedy en 1963.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario escribió “Sujeto a la recepción de más información, permitiré, como presidente, que se abran los archivos de JFK bloqueados y clasificados durante mucho tiempo”, sin precisar cuándo se llevará a cabo tal acción.
Subject to the receipt of further information, I will be allowing, as President, the long blocked and classified JFK FILES to be opened.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 21 de octubre de 2017
Los Archivos Nacionales tienen hasta el próximo jueves 26 de octubre para decidir cuáles de los 3 mil 100 expedientes clasificados que poseen sobre el asesinato de Kennedy (1961-1963) pueden salir a la luz y cuáles deben seguir en secreto.
Pese a serias dudas sobre la pesquisa oficial y teorías que apuntan a la participación del crimen organizado, de Cuba o incluso de una camarrilla de agentes de seguridad de Estados Unidos, las teorías conspirativas aún no han dado pruebas concretas de que Oswald actuó en complicidad con alguien.
Una portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, dijo ayer a la revista Político que a la Casa Blanca le preocupa el hecho de que “algunos registros de esta colección no se crearon hasta la década de 1990” y deben ser revisados para garantizar que su publicación no cause un “daño identificable” a la seguridad nacional.
Según Político, es posible que los documentos que datan de los años 1990 se publiquen con parte de la información censurada, para evitar exponer operaciones de inteligencia relativamente recientes.
Si bloqueara los documentos más delicados, Trump decepcionaría a historiadores y a quienes defienden teorías de la conspiración, un grupo del que él mismo no está tan lejos, dado que durante la campaña electoral de 2016 llegó a sugerir que el padre del senador Ted Cruz tuvo algo que ver con Lee Harvey Oswald, el presunto asesino de Kennedy.
El magnicidio del 22 de noviembre de 1963 puso fin a los mil días de la presidencia de Kennedy, quien tenía 46 años cuando murió y sigue siendo uno de los mandatarios estadounidenses más admirados.
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