Según medios locales, la gran mayoría de los fallecidos eran civiles.
El atentado con camiones bomba perpetrado el sábado por supuestos miembros de la organización terrorista Al Shabab en Mogadiscio, capital de Somalia, acabó con la vida de al menos 215 personas y causó también más de 350 heridos.
Los hospitales, faltos de medicamentos y sangre, están totalmente desbordados mientras intentan salvar la vida de los heridos por el ataque contra el hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad, que con este último balance provisional de decesos se coloca como el peor que ha sufrido el país en su historia.
Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos en el ataque, del que Al Shabab aún no ha reclamado la autoría, eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en la que era una de las calles más transitadas de la ciudad.
Al Shabab, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
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