Algunos alertan sobre las necesidades de impulso económico en las PyMes, ya que tradicionalmente han sido las que han hecho crecer la economía de México, pero en el momento de incertidumbre actual, ¿Qué problemas encuentra un empresario para asegurar la supervivencia de su empresa?
Ante un panorama económico complicado, en los últimos años distintos organismos globales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han alentado el fenómeno del emprendimiento en México y la importancia de las pequeñas y medianas empresas en el tejido económico del país.
Así, en este competido ecosistema es en el que emergen las pequeñas y medianas empresas como el principal motor económico del país. ¿Pero qué problemas se encuentra un empresario en tiempos donde hay que reinventar muchos negocios? Según Fabio Craso, especialista en nuevos negocios de uno de los fondos de inversión más importantes de Latinoamérica, “los tres principales escollos que se encuentran los empresarios en momentos de duda económica son los siguientes: Falta de capacitación, poco apoyo de las instituciones y el más común: el difícil acceso a la financiación.”
La falta de apoyo por parte de las instituciones públicas es un mal común de muchos países latinos, donde el empresario que sí es aceptado, no representa un importante porcentaje en la población. Poco a poco y en algunos estados, se empieza a dotar de cierto apoyo por parte de las instituciones, pero de una forma muy tímida y muy orientado a negocios tradicionales y micro empresas, dejando fuera a la PyMe moderna.
Afrontar estas tensiones financieras o conseguir capital para reinvertir en el crecimiento de una empresa no es fácil, lo que a veces ahoga empresas justo en el momento que podrían tener oportunidad de crecimiento.
¿Qué formas de financiamiento existen?
Desde los tradicionales préstamos bancarios, líneas de crédito aprobadas por entidades financieras, ampliaciones de capital (poco comunes en las PyMes), préstamos entre amigos o familiares, crowdfunding, hasta apoyos de programas de gobierno, inversiones de empresas de capital de riesgo o “Business Angel” e hipotecas de otros bienes de los empresarios.
Sin embargo, en los últimos años se han generado una serie de herramientas que facilitan a los tomadores de decisión la ardua tarea de conseguir una buena opción de financiamiento para capital de trabajo. Estas herramientas vienen a suplir la dificultad para acceder a los programas de gobierno y entidades financieras tradicionales, la lentitud y complicación del proceso y los ferreos controles de los departamentos de análisis de riesgos que no se han logrado adaptar a muchos negocios actuales.
Dichas herramientas incluyen a las incubadoras, las aceleradoras y las “fintech”.
Las incubadoras de empresas comienzan a colaborar con el proyecto desde su concepción, asesorando y formando a los emprendedores para que la salida al mercado sea un caso de éxito, por lo que mitiga dos de los problemas anteriormente mencionados. El problema es cuando esa empresa sale a la “economía real” donde suele ser necesaria una reinversión de capital con el fin de alcanzar para soportar los nuevos costos.
Por otro lado, la aceleradora tiene como finalidad principal impulsar los proyectos ya existentes, ayudando a que tengan beneficios y sean rentables a mediano y largo plazo. Aunado a que existen pocas “aceleradoras” en México, estas suelen ser intermediarias con posibles inversores o socios comerciales, actuando mas como consultora que como apoyo a la busqueda de ampliación de capital.
Finalmente, una “fintech” (deriva de las palabras “finance technology”) es aquella empresa que ofrece productos y servicios financieros, haciendo uso de tecnologías de la información. Lo que le permite que sus servicios sean menos costosos y más eficientes que los que ofrece la banca tradicional.
Esta nueva tecnología puede agilizar los procesos de financiamiento de empresas de cualquier sector que cuenten con una brecha de flujo y/o tengan oportunidad de crecimiento y necesiten capital de trabajo. En palabras de Melva Rangel, Directora de Marketing de Creze, “Las “fintech” solventan las necesidades financieras con inmediatez y agilidad. Al ver que las empresas motoras, que son aquellas que más impulsan la economía del país, encuentran grandes dificultades al buscar una opción accesible y rápida de capital de trabajo, se creó Creze, una herramienta que brinda apoyo a los negocios sin importar el giro que manejen. La herramienta permite bajo un esquema personalizado de pago transparente, justo y rápido; todo ello a través de una plataforma amigable y 100% en línea.”
Creze es una compañía financiera en línea que nace en el 2015 a partir de la necesidad de las PyMes y startups mexicanas, siendo la primera plataforma de financiamiento completamente en línea.
Cada vez tenemos más herramientas a la hora de lanzar y apoyar a los empresarios. Lo que hace poco tiempo costaba semanas y meses, ahora se puede resolver en unos pocos días. La tecnología bien aplicada hace que los procesos sean más cortos y confiables. Si las administraciones, la sociedad y los centros de formación apuestan por los propietarios de las PyMes, éstos se lo devolverán a México en forma de riqueza que haga avanzar al país.
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