El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy el fin del plan conocido como DACA, promulgado por Barack Obama y que ha protegido de la deportación a 800 mil indocumentados, aunque la suspensión se hará efectiva dentro de seis meses para forzar al Congreso a encontrar una alternativa.
“Estoy aquí para anunciar que el programa DACA promulgado por la Administración de Obama va a ser rescindido”, anunció en una rueda de prensa el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, uno de los miembros del Ejecutivo con posiciones más duras en inmigración.
“Lo compasivo es acabar con esta anarquía, implementar nuestras leyes y, si el Congreso elige hacer cambios en nuestras leyes, hacer eso a través del proceso establecido”, señaló Sessions.
Sessions hizo alusión así a la promesa que hizo el mandatario estadunidense para abordar con “corazón” el tema del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un plan que, durante la campaña presidencial de 2016, prometió anular nada más llegar a la Casa Blanca.
Bajo los términos de la reforma que desea Trump, los “dreamers” podrán quedarse en Estados Unidos hasta que sus permisos de trabajo – expedidos por periodos de dos años – expiren, de acuerdo a fuentes. Al mismo tiempo, el Departamento de Seguridad Nacional no buscará deportarlos, añadió una fuente.
Previamente, los jefes de nueve fiscalías estatales, todos republicanos, han dicho que presentarían demandas si Trump no pone fin al programa que protegía a los jóvenes que representan una pequeña fracción de los 11 millones de inmigrantes ilegales que se calcula que actualmente viven en suelo estadounidenses, mientras que varios fiscales estatales demócratas amenazaron también con acudir a las cortes si el mandatario anulaba la iniciativa.
La eliminación de DACA coincide con la política restrictiva a la inmigración ilegal que ha adoptado Trump y con otras medidas criticadas por congresistas y organizaciones hispanas tales como el indulto otorgado recientemente a Joe Arpaio después de que un tribunal federal condenara al ex jefe policial de Arizona por desobedecer órdenes judiciales para frenar sus patrullas antiinmigración.