Medio millón de personas se manifiestan en Barcelona contra el terrorismo y en apoyo a las víctimas de los atentados yihadistas cometidos la semana pasada. Representantes de los cuerpos de seguridad y de emergencias encabezan una histórica marcha por el centro de Barcelona bajo el lema “No tinc por” (“No tengo miedo”).
Encabeza la representación institucional el rey de España, a quien acompañan el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre otros.
Tras la cabecera desfilan familiares de víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils -que causaron en total 15 muertos y más de cien heridos- y una delegación de organizaciones que trabajan a favor de la paz, contra el racismo y en defensa de los derechos humanos.
A continuación caminan los representantes de las más altas instituciones del Estado español, Cataluña, resto de regiones y principales ciudades de España, así como líderes de los partidos políticos.
Es la primera vez que un rey participa en una manifestación en la historia de la democracia española, si bien Felipe VI encabezó la de Madrid de 2004, cuando era príncipe, tras los atentados del 11 de marzo de ese año en la capital, que causaron 193 muertos y más de mil 700 heridos.