De acuerdo a lo informado por la Cámara de los Comunes, debido a obras de renovación, la campana del Big Ben, en la famosa torre del reloj del Parlamento británico, estará en silencio durante cuatro años.
La campana dejará de sonar el próximo lunes 21 de agosto hasta el 2021 cuando finalicen las obras, aunque cumplirá su función en fechas especiales como en las celebraciones de Fin de Año y el Domingo de Conmemoración.
El objetivo principal es proteger a los trabajadores que están llevando a cabo las tareas de renovación de la llamada Elizabeth Tower, un nombre que se adoptó en honor al jubileo de diamantes de la reina Isabel II -sus 60 años en el trono-, que alberga el reloj y su campana.
Los martillos de la campana, que han golpeado durante 157 años, se han detenido en varias ocasiones para su remodelación, en 2007 y en 1983, pero este es el periodo más largo en el que el Big Ben estará silenciado.
El guardián del Big Ben, Steves Jaggs, ha señalado a los medios locales que este programa de obras “salvaguardará el reloj a largo plazo, protegiendo y preservando también su casa, la Elizabeth Tower”.
Jaggs animó a la gente a acudir el próximo lunes a la plaza del Parlamento para escuchar los últimos repiques de la campana. Además del trabajo de conservación de la torre, el Big Ben será desmontado pieza por pieza para limpiarlo y asegurar su mantenimiento.
La esfera del reloj permanecerá siempre visible marcando la hora y funcionará con un moderno motor eléctrico hasta que se restablezca el mecanismo del reloj original.
Big Ben es el nombre con el que se conoce mundialmente a la torre, pero oficialmente este nombre se debe a la campana principal, que pesa unas 13,8 toneladas (la primera pesaba 16 toneladas pero se rompió y fue sustituida).
La construcción del Big Ben comenzó en el año 1843, tras el gran incendio de Londres del 16 de octubre de 1834, que afectó seriamente al Palacio de Westminster. Charles Barry fue el encargado del proyecto de reconstrucción, que añadió la torre al palacio y la diseñó con un estilo gótico victoriano.
Este monumento tiene una altura de 96,3 metros y está asentado sobre una base de 225 metros cuadrados. Cada esfera de los relojes del Big Ben mide 7,5 metros y las manecillas son de una gran longitud; la aguja de las horas mide 2,7 metros de largo mientras que el minutero mide 4,3 metros. Los números del reloj no se quedan atrás con sus 50 centímetros de altura.
Puntualidad inglesa
El reloj de la Torre del Big Ben, compuesto por un reloj de 7 metros de diámetro en cada una de sus caras, fue puesto en marcha en mayo de 1859. Hoy en día se ha convertido en un símbolo de la nación y sus campanadas son transmitidas a diario por la cadena de radio de la BBC.
Se trata de uno de los relojes más fiables que existen, ya que es capaz de soportar las inclemencias meteorológicas como la nieve o el viento, e incluso soportó los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, manteniendo intacta su puntualidad.
Aunque son pocas las ocasiones en las que el Big Ben ha sufrido incidencias en su puntualidad, los ciudadanos ingleses no podrán olvidar aquella Nochevieja de 1962 en la que entraron con 10 minutos de retraso en el nuevo año debido a algunos fallos técnicos producidos en el Big Ben.