El huracán Katrina al final causó alrededor de mil 800 muertos en el país y más de 115 mil millones de dólares en pérdidas
El 29 de agosto de 2005 el huracán Katrina tocó tierra en Luisiana, Estados Unidos, de categoría 5, inundando Nueva Orleans en un 80 por ciento, al final causó alrededor de mil 800 muertos en el país y más de 115 mil millones de dólares en pérdidas.
Hacia el 26 de agosto, la posibilidad de que tuviera lugar una catástrofe sin precedentes ya se tomaba en consideración. Muchos de los modelos informáticos desplazaron la trayectoria potencial del Katrina 240 km hacia el oeste del saliente de Florida, lo que ponía a Nueva Orleans justo en el centro de las distintas probables trayectorias; la posibilidad de que el huracán afectase de forma directa a la ciudad era entonces del 17 %, aunque el 28 de agosto dicho porcentaje ya había aumentado hasta el 29 %.
Dicho escenario suponía una eventual catástrofe, puesto que algunas partes de Nueva Orleans y de su área metropolitana están por debajo del nivel del mar. Desde que se dio la previsión de que la marejada ciclónica causada por la tormenta alcanzaría los 8,5 metros, los servicios de emergencia de Nueva Orleans temían que los diques que protegían la ciudad cedieran y causaran importantes inundaciones.
En una conferencia de prensa celebrada por la mañana del 28 de agosto, poco después de que calificaron a Katrina como un huracán de categoría 5, el entonces alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin ordenó la primera evacuación obligatoria de la ciudad, calificando al Katrina como “una tormenta que muchos hemos largamente temido”.
Además, el gobierno de la ciudad organizó varios “refugios de último recurso” para ciudadanos que no pudieran abandonar la ciudad, entre los cuales se encontraba la Luisiana Superdome; éste albergó aproximadamente a 26 000 personas, a quienes proveyeron con comida y agua durante varios días desde que el huracán toco tierra.
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