El folclor que acompaña y hace un espectáculo para los aficionados, son las máscaras, que en los inicios de la Lucha no se tomaban en cuenta y no eran un elemento principal en los luchadores
Hace dos años, el Senado de la República aprobó la declaratoria de celebrar el 21 se septiembre como “El Día Nacional de la Lucha Libre y del Luchador Profesional Mexicano“.
El Senador del PRI por Jalisco, Jesús Casillas presentó la iniciativa en abril de 2016, siendo aprobada en septiembre del mismo año. Dicha fecha fue elegida ya que el 21 de septiembre de 1933 fue cuando se inauguró la Arena Modelo, que ahora conocemos como la Arena México, fundada por Salvador Lutteroth González.
Siendo igual el mismo día de la fundación de la Empresa Mexicana de Lucha Libre que se conoce ahora como el Consejo Mundial de Lucha Libre, que recientemente ha celebrado el 85 aniversario de su creación.
El mundo de la Lucha Libre se divide en Técnicos y Rudos, dentro de cada bando se pueden resaltar algunas características:
- Técnicos: Lealtad, honradez y valentía.
- Rudos: Irreverencia, descaro y cobardía.
El folclor que acompaña y hace un espectáculo para los aficionados, son las máscaras, que en los inicios de la Lucha no se tomaban en cuenta y no eran un elemento principal en los luchadores; ya que bastaba con un calzoncillo y unas botas para subir al cuadrilátero para demostrar sus conocimientos del pancracio.
Si bien la máscara significa permanecer en la incógnita de la afición y darle un toque de glamour a la Lucha Libre, otras grandes leyendas han preferido no cobrar notoriedad con la máscara, algunos de los más grandes representantes de la Lucha Libre no la han portado; tal es caso de Cavernario Galindo, Bobby Bonales, Black Guzmán, Perro Aguayo, El Satánico, El Dandy, Tarzan López; entre otros.
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