Las sequías y la sobreexplotación de acuíferos se han incrementado en nuestro país, además de que se pierde 46% de agua en fugas.
Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), alerto que es necesario actualizar leyes, vigilar concesiones y modernizar las necesidades presupuestales en infraestructura son vitales para evitar que la crisis hídrica se profundice.
En la última década, la sequía y la sobreexplotación de los acuíferos se han intensificado en México, mientras 12 millones de personas no tienen acceso a agua potable, indicó el Imco.
A esta crisis hídrica se le suma que 46% del líquido se pierde por fugas en las redes de abastecimiento, 80% de los cuerpos de agua está contaminado por descargas industriales y sólo uno de cada 100 litros de agua de lluvia es captado para su reutilización. También, debido a la pobre calidad del agua en la mayoría de las cuencas, México es el país número uno en consumo de agua embotellada del mundo.
En el marco del Día Mundial del Agua, el Imco urgió ayer a tomar acciones para garantizar el abasto del líquido a la población.
El primer eslabón es modernizar la legislación para adaptarla a la nueva realidad, donde se modernicen las concesiones, su monitoreo y vigilancia, así como las necesidades presupuestales y mecanismos de financiamiento para la infraestructura hídrica”, planteó.
De acuerdo con el Banco Mundial, en el país la disponibilidad promedio anual per cápita de agua pasó de diez mil metros cúbicos en 1960 a cuatro mil en 2012. Para 2030, será menor a tres mil metros cúbicos, prevé.
El efecto más reciente de la crisis hídrica en México se registra en el Bajío, donde ciudades como León, Irapuato, Salamanca y Celaya han recurrido al racionamiento de agua potable.
Con información del Excélsior.