La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el “Día mundial contra el trabajo infantil” en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicar esta realidad
En la actualidad, cerca de 168 millones de niños trabajan en el mundo, muchos a tiempo completo. Ellos no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el “Día mundial contra el trabajo infantil” en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicar esta realidad. El 12 de junio de cada año tenemos la oportunidad de fomentar y coordinar las iniciativas de los gobiernos, las patronales y sindicatos, la sociedad civil, los medios de comunicación y muchos otros actores locales, como escuelas y ayuntamientos, en la lucha contra el trabajo infantil.
En 2015, los dirigentes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde se incluyó un renovado compromiso para acabar con el trabajo infantil. En particular, la Meta 8.7, hace un llamamiento a la comunidad internacional para: “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
En el 2018, el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y el Día Mundial contra el Trabajo Infantil se unen en una campaña conjunta para mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes y poner fin al trabajo infantil.
La campaña tiene como objetivo acelerar la acción para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, en particular la meta 8.8 de promover entornos de trabajo seguros para todos los trabajadores para 2030 y la meta 8.7 de poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025. A fin de lograr estos objetivos en beneficio de la futura generación de la fuerza de trabajo se requiere adoptar un enfoque concertado e integrado para la eliminación del trabajo infantil y la promoción de una cultura de prevención en materia de seguridad y salud en el trabajo.
Para acabar con el trabajo infantil y promover un trabajo en condiciones seguras y saludables para los jóvenes se necesita una estrategia integrada:
• Los niños en situación de trabajo infantil deben ser retirados de todas las formas de trabajo para las cuales no han alcanzado la edad mínima, y se les debe garantizar el acceso a una educación de calidad. El trabajo infantil peligroso debe ser una prioridad en el enfoque integrado para erradicar todas las formas de trabajo infantil. Debe prestarse más atención a los niños más pequeños (de 5 a 11 años) para quienes los avances se han estancado y el trabajo infantil ha aumentado desde 2012. Nunca acabaremos con el trabajo infantil si los niños pueden seguir accediendo al mismo.
• Las listas nacionales de trabajos peligrosos prohibidos para los niños deberían incluir aquellos trabajos que, por su naturaleza o por las condiciones en que se llevan a cabo, son peligrosos.
• Todos los niños menores de 18 años que realizan trabajos peligrosos deberían ser retirados de los mismos. Si el trabajo es intrínsecamente peligroso o si existe un riesgo general o ambiental, el niño debería ser retirado completamente del lugar de trabajo. De igual modo, para proteger a los niños cuya edad es superior a la edad mínima legal de admisión al empleo.
Contenido relacionado
La lacra del trabajo infantil en México: dos millones de menores empleados en un país de la OCDE