Cerca de una tercera parte de las personas con trombosis presentarán complicaciones a largo plazo a causa del daño que ocasiona el coágulo
Cada 13 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Trombosis con la intención de concienciar sobre las causas, factores de riesgo, síntomas, prevención y tratamientos de esta enfermedad, y así reducir tanto las muertes prematuras como la discapacidad que puede causar.
La fecha escogida conmemora el nacimiento del médico alemán Rudolf Virchow, quien definió el concepto de “trombosis” y contribuyó a comprender su fisiopatología de esta enfermedad potencialmente mortal.
En sí, la trombosis es la formación de coágulos de sangre en las arterias (trombosis arterial) o en las venas (trombosis venosa), lo que genera que el torrente sanguíneo se comience una ralentizar o bloquear, o hasta desprenderse y trasladarse hacia un órgano.
¿Sabías que 1 de cada 4 personas en todo el mundo mueren por afecciones causadas por trombosis? Además, cerca de una tercera parte de las personas con trombosis presentarán complicaciones a largo plazo a causa del daño que ocasiona el coágulo en las válvulas de la vena, lo que se conoce como síndrome postrombótico (SPT).
Cuando un coágulo viaja a través de la circulación se denomina «embolia», y la trombosis es una afección a menudo evitable, como patología subyacente de un infarto de miocardio, ictus tromboembólico y tromboembolia venosa (TEV), las tres principales enfermedades cardiovasculares causantes de muerte.
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La trombosis, más frecuentemente en las venas profundas de las piernas, la pelvis o los brazos (trombosis venosa profunda), no discrimina y puede afectar a cualquier persona, cualquiera sea su edad, etnia o raza.
Debemos diferenciar entre trombosis arterial y trombosis venosa. Para trombosis arterial resultan factores de riesgo: hipertensión, diabetes, sedentarismo, sobrepeso, hipercolesterolemia, entre otros.
Para trombosis venosa son el sedentarismo, las varices, el reposo prolongado, los viajes prolongados, el tratamiento hormonal, las enfermedades neoplásicas, entre otros.
Signos y síntomas
Las personas con síndrome postrombótico tienen síntomas como inflamación, dolor, decoloración y, en los casos graves, descamación o úlceras en la parte del cuerpo afectada. En algunos casos, los síntomas pueden ser muy graves y ocasionar discapacidad en la persona.
- Dolor en la pierna. Generalmente, el dolor empieza en la pantorrilla y se siente como un calambre o una inflamación.
- Enrojecimiento o manchas en la piel de la pierna.
- Sensación de calor en la pierna afectada.
Pero también puede presentarse sin provocar síntomas perceptibles.
Tratamiento
Anticoagulantes
- Los anticoagulantes (también llamados “adelgazantes o diluyentes de la sangre”) son los medicamentos que más se utilizan para tratar la TVP o la EP. Si bien se los llama “adelgazantes o diluyentes de la sangre”, estos medicamentos en realidad no la adelgazan ni la diluyen. Reducen la capacidad de coagulación de la sangre para evitar que el coágulo se agrande mientras el cuerpo lo reabsorbe lentamente, y para reducir el riesgo de que se formen más coágulos.
- Los anticoagulantes inyectables que se usan con mayor frecuencia son:
- Heparina no fraccionada (inyectada en una vena)
- Heparina de bajo peso molecular (inyectada bajo la piel)
- Fondaparinux (inyectada bajo la piel)
- Los anticoagulantes que se toman por vía oral (se tragan) incluyen:
- Warfarina
- Dabigatran
- Rivaroxaban
- Apixaban
- Edoxoban
- Todos los anticoagulantes pueden causar hemorragias, por lo que se debe mantener una vigilancia cuidadosa de las personas que los toman para evitar que sangren de manera inusual.
Medicamentos trombolíticos
- Los medicamentos trombolíticos (“destructores de coágulos”) disuelven el coágulo. Presentan un mayor riesgo de causar sangrado en comparación con los anticoagulantes, por lo cual se los reserva para casos graves.
Filtro de la vena cava inferior
- Cuando los anticoagulantes no se pueden usar o no funcionan lo suficientemente bien, se puede insertar un filtro dentro de la vena cava inferior (vena grande que regresa la sangre al corazón) para capturar o atrapar los émbolos (coágulos que se están desplazando a través de la vena) antes de que lleguen a los pulmones.
Trombectomía y embolectomía
Es posible que en casos excepcionales sea necesario realizar una trombectomía, procedimiento quirúrgico para extraer el coágulo; mientras que la embolectomía implica eliminar los bloqueos que los coágulos causan en los pulmones de los pacientes con embolia pulmonar.
Trombosis y COVID-19
Sin embargo, este 2020, la pandemia mundial de coronavirus incrementó la necesidad de que todos seamos proactivos sobre la necesidad de conocer las señales, los síntomas, y la prevención de los coágulos sanguíneos, dado que algunos médicos han informado que en casos severos de COVID-19, algunos pacientes desarrollan “sangre pegajosa” que se coagula de manera atípica en microtrombos, los cuales pueden acumularse en pulmones y generar complicaciones potencialmente fatales.
IPR
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